EL CUENTO DE "SAMUEL"

El nombre propio es el primer texto que un niño quiere aprender a leer y a escribir. Siempre partimos de lo más cercano porque es lo más significativo para él.

El nombre propio es una parte muy importante de su identidad, lo que posibilita que el niño/a esté motivado principalmente para el aprendizaje de la lectoescritura.

El objetivo principal de trabajar a partir de su nombre es la iniciación al aprendizaje de la lectura y escritura.

Los niños de 3 años son capaces de reconocer el nombre de cada uno de sus compañeros al finalizar el curso escolar. El nombre es una fuente de información que luego ayudará a realizar otras escrituras y palabras.

Hoy hemos inventado un cuento, esta vez le ha tocado a Samuel. Con las letras de SAMUEL escribimos palabras y con ellas inventamos una historia. Elegimos las palabras:



Mientras yo escribía las palabras que salían de los niños en la pizarra, ellos las copiaban en su pizarra veleda, como se muestra en la foto.



Y esta es la historia,...

"Había una vez un niño que se llamaba Alejandro. A Alejandro le gustaba mucho jugar con su loro y, un día, apareció una serpiente y salió corriendo. Empezó a correr tan rápido que tropezó y se cayó, se clavó una espina en la rodilla y le salió mucha sangre. Su mamá le curó y le puso una tirita. Al rato, empezó a notar unas mariposas en la tripita y era porque tenía hambre, comió uva hasta que se le pasó. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado".


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